Antiguo edificio del Cuartel General de la Policía Insular

Enrique vivoni farage

Como telón de fondo a la Plaza de los Creyentes en el Distrito Capitolino, se encuentra el edificio del Antiguo Cuartel de la Policía. Su fachada muestra el paso del tiempo y esconde una historia, que al conocerla revela, una vez más, una genealogía arquitectónica fascinante.

Su primera encarnación estuvo llena de vítores, campanadas y aplausos de una frenética fanaticada en lo que fue el San Juan Stadium, orgullo del boxeo capitalino. En noches más tranquilas, los acordes de arias embelesaban al público que presenciaba óperas como Aïda, Trovador y Carmen. 

Todo se acalló con el paso del huracán San Ciprián y la destrucción parcial del edificio.

Tuvo una segunda encarnación bajo los auspicios de la PRRA que convirtió al inmueble en el Cuartel General de la Policia Insular. Aquí llenaron el espacio las sirenas de los autos oficiales, los gritos de los cadetes en entrenamiento y los llantos de los detenidos.

Abandonado por la Policía, el edificio ha tenido varios inquilinos, más sin embargo, hoy está silente.

English Description (Book is in Spanish)

As a backdrop to Plaza de los Creyentes in the Capitolino District, there is the building of the Old Police Headquarters. Its façade shows the passage of time and hides a story, which when discovered reveals, once again, a fascinating architectural genealogy.

Its first incarnation was filled with cheers, bells and applause from a frenzied fan base in what was the San Juan Stadium, pride of the capital’s boxing. On quieter nights, the chords of arias enthralled the public who watched operas such as Aïda, Trovador and Carmen.

Everything was silenced with the passage of Hurricane San Ciprián and the partial destruction of the building.

It had a second incarnation under the auspices of the PRRA that converted the building into the Headquarters of the Insular Police. Here the space was filled with the sirens of official cars, the cries of cadets in training and the cries of detainees.

Abandoned by the police, the building has had several tenants, but today it remains silent.